¿Quemar grasa o ganar musculo? que debes hacer primero.

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La grasa y tus hormonas

Todos sabemos que la testosterona es la reina de la jungla cuando se trata de incrementar masa muscular. Es la que nos da más músculo y nos permite percibir la atracción del sexo opuesto en menos de 0.002 segundos.
Cuando se trata de mantener sus niveles en orden, o incluso aumentarlos, la grasa que cargamos nos puede estar perjudicando. No es de sorprender que las personas con obesidad tienen bajos niveles de testosterona.
Esto se debe a dos importantes mecanismos.
El primero de ellos involucra a la reina de las hormonas femeninas, el estrógeno.  En el caso de los hombres, no queremos que sus niveles se salgan de control. Al igual poseer bajos niveles de testosterona, tener altos niveles de estrógeno pueden llevar a la acumulación de grasa.
Y la acumulación de grasa puede llevar a mayores niveles de estrógeno.  Todo gracias a una enzima que vive en nuestros adipocitos (células de grasa) llamada aromatasa cuya función es convertir nuestra preciada testosterona en estrógeno. En otras palabras, entre más grasa tengamos existirá una mayor probabilidad de perder testosterona mediante éste proceso.
Que dilema. Es cómo el huevo y la gallina.

Más grasa = Menos testosterona y más estrógeno = Más grasa

Antes de empezar a sacar conclusiones, aunque creo que ya te puedes dar una idea, pasemos a nuestro segundo mecanismo.

Por un lado, se encarga de estimular la síntesis de proteínas e incrementar el transporte de proteína y glucosa a tu músculo. Procesos elementales para el crecimiento muscular.
Por el otro, es una potente almacenadora de grasa al transportar ácidos grasos y glucosa dentro de tus adipocitos.
Obviamente queremos más de lo primero y menos de lo segundo. La manera de lograrlo es hacernos más sensibles. Desafortunadamente, la grasa que acumulamos se puede volver a meter en el camino. Tener niveles elevados tiene la capacidad de disminuir nuestra sensibilidad a insulina.
La buena noticia es que al disminuir nuestra grasa corporal su sensibilidad incrementa notablemente.

Un círculo vicioso

Cuando se trata de aumentar masa muscular, la grasa no es tu amiga.
Cómo ya vimos, tener un mayor porcentaje de grasa corporal significa dos cosas:
  • Menores niveles de testosterona: será más fácil convertirla en estrógeno.
  • Menor sensibilidad a insulina: ésta hormona hará un trabajo mediocre en introducir nutrientes a tu músculo y estimular su crecimiento.
En otras palabras, entre más grasa acumules va a ser más fácil seguir acumulándola y más difícil construir músculo.
Se ha encontrado que tu porcentaje de grasa corporal inicial determinará cuanta masa magra y cuanta masa grasa aumentarás en un período de sobrealimentación (igual que cuando se trata de aumentar masa muscular). Un estudio observo que individuos con un porcentaje bajo aumentaron su masa magra por un 60-70%, mientras que aquellos con un porcentaje mayor lo incrementaron por un 30-40% (7).*
La evidencia es clara y la solución es simple: quemar grasa primero.


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