Por lo general cuando una mujer entrena y hace dieta su objetivo es "quiero pesar menos, cueste lo que cueste" y si no lo logran se sienten desanimadas. 

¿Por qué pasa esto? desde mi opinión personal esta obsesión con el peso que marca la balanza ha sido impuesta por la sociedad "Si pesas menos eres mejor" e incluso se ve reforzada por las mismas mujeres que se desarrollan al rededor de tu ámbito social. 

Para poner una situación de ejemplo una mujer que entra al gimnasio pesando 60 kilogramos, trabaja duro y se alimenta bien luego de cuatro meses pesa los mismos 60 kilogramos pero ha disminuido dos tallas y se ve más fibrosa pero aún así se desanima porque su peso no cambió. 

Esta concepción errónea parte de la ignorancia sobre los temas vinculados al entrenamiento del cuerpo hay que entender que la bascula no señala tu porcentaje de grasa ni tu cantidad de masa magra. 

En contraposición podemos encontrar a los hombres que en lugar de fijarse en su peso mantienen su atención sobre el aumento y calidad de su masa muscular con cosas como: "Ahora veo la vena de mis bíceps", "mi bíceps mide un centímetro más", "los pantalones me quedan más ajustados de las piernas", "mi espalda ahora se ve más ancha", "levanto más peso en la sentadilla" y demás. Esto sucede porque los caballeros son más visuales que las mujeres y esto afecta a su motivación.

Entonces, ¿qué hago para ver mis progresos y mantenerme motivada? 

Claro, puedes usar la bascula pero esta debe ser complementada con varios aspectos tales como las medidas de tu cuerpo y tu porcentaje de grasa corporal.

Una publicación compartida de Madalin Giorgetta (@madalingiorgetta) el Ago 16, 2017 at 3:53 PDT

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