Al rededor del mundo millones de personas se esfuerzan para lograr el físico ideal.

Y es que no es solo construir masa muscular si no también perder grasa en busca de una estética mayor, y claro, una mejor salud.

Se piensa que el ayuno intermitente solo hará que se pierda la masa muscular por la que tanto se ha trabajado, sin embargo, mucha evidencia científica demuestra que no es así, además de aportar para la perdida de grasa también conlleva consigo beneficios para la salud. 

El ayuno intermitente consiste básicamente en no ingerir alimentos en un periodo de 16 horas, para luego, consumir toda la necesidad calorica diaria en tan solo 8 horas.

La transición entre el periodo de ayuno y el periodo de alimentación por lo general se hace con un batido o una comida luego del entrenamiento sin embargo este periodo de 16 horas puede ajustarse al horario diario para que resulte más cómodo. 

Existen dos principales razones por las que este método es de gran ayuda para la oxidación de la grasa. 

1. El ayuno intermitente aportará al control hormonal y equilibrio del cuerpo, esto significa más músculo menos grasa.

Durante la noche, mientras se duerme, la hormona del crecimiento es liberada, esta hormona una de las grandes responsables de la reconstrucción del tejido dañado, es decir de la construcción de masa muscular y el aumento de la fuerza.

Cuando se desayuna en la mañana se corta la secreción de está hormona. El ayuno prolongará la secreción de la misma lo que significará mejores resultados en la recuperación del músculo. Es decir, que se tendrá una mejor recuperación y más ganancia de fuerza y masa que si no se hiciera.

Además de lo anterior, el ayuno, provoca que el cuerpo libere una cantidad mayor de leptima, es una hormona que regula el hambre y es una de las directas involucradas en la perdida de grasa. Esto se debe a que controla la segregación de las hormonas T3 y T4, dos de las más poderosas hormonas para la perdida de grasa, es tan importante que muchos fisicoculturistas consumen sus versiones sintéticas para que la perdida de grasa sea máxima antes de una competencia.

2. El ayuno intermitente aumenta la perdida de grasa.

Esta puede ser la razón más simple y por la que más gente considera realizar este ayuno.

Cuando el cuerpo no ha recibido energía (de la comida) por un periodo largo de tiempo comienza a usar las reservas de energía en que el cuerpo tiene almacenadas, lo primero que usará serán los carbohidratos almacenados en forma de glucógeno y posteriormente la reserva de energía por excelencia, es decir, la grasa.

Si durante este periodo en el que no se consumen alimentos se realiza actividad física se aumenta la quema de calorías, esto quiere decir que aumentará, también, la oxidación de grasa.

No debes preocuparte mucho por la pérdida de masa muscular, de hecho es difícil que esto pase, más de lo que dice la industria. 

Cuando el ayuno termina la prioridad del cuerpo será reabastecer el glucógeno perdido, ya que es la fuente preferida de energía por la rapidez en que puede obtenerla, esto quiere decir que incluso después de llegar a la "realimentación" se seguirá perdiendo grasa durante un periodo de tiempo adicional.

El ayuno intermitente es una herramienta increíble cuando se desea perder grasa, así que es interesante probarlo pero siempre acompañado de un profesional en el campo de la nutrición.