Cuando pierdes grasa y el proceso tiende a ser lento se cae en una preocupación donde se cree que no se progresará más.

¿Después de cuánto tiempo el cuerpo se adapta a las calorías (en déficit) que consume y disminuye la velocidad en que se pierde peso?

Es una gran pregunta que resolveremos a lo largo de este artículo. 

Cuestión de carbohidratos.

Dietas como la keto, la paleo, la Atkins y demás incluyen una gran cantidad de carbohidratos. Incluso los médicos caen en el error de recomendar suspender el consumo de carbohidratos y si, la disminución de los mismos ayuda a perder grasa pero si se eliminan totalmente es como si se deseará perder el 100% de la grasa y nuestro cuerpo la necesita para mantenerse vivo.

¿Recuerdas cuando sales de una dieta y vuelves a tu alimentación "normal" y notas que recuperas el peso rápidamente?

Si, esto pasa porque cuando entran carbohidratos al cuerpo se convierten en glucógeno que se almacenan en los músculos para dar energía y por cada gramo de glucógeno obtienes cerca de 2.7 gramos de agua. Esta retención ocurre porque los riñones se aferran al sodio como respuesta al consumo de carbohidratos y el cuerpo retiene más agua para mantener los niveles saludables del elemento en sangre. Tiene lógica, así que cuando comes carbohidratos ganas masa pero estas libras extra son agua así que aún no debes preocuparte. 

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Adaptación metabólica, la magia de tu cuerpo. 

El cuerpo es una máquina inteligente e insuperable (hasta la fecha) y con estas aptitudes busca siempre su comodidad.

Cuando estas en una dieta extrema, digamos de unas 1200 KCal tu cuerpo enviará tantas señales que puede que te obligue a llegar a ese momento incómodo donde te estás comiendo un enorme pastel y claro, violando tu dieta.

Si pierdes peso a tu cuerpo le pasaran varías cosas como:

1. Pierdes masa corporal como resultado de tu proceso y menos masa significa un metabolismo más lento.

2. Tu cuerpo perderá menos calorías en el ejercicio para preservar energía. 

3. Hay más hormonas que te hacen pensar que tienes hambre tratando de recuperar su peso habitual.

Estas cosas que suceden son conocidas como adaptación metabólica.

Para hacerte entender mejor vamos con un ejemplo: supongamos que tienes 26 años, mides 1.50 m y pesas 200 libras, luego de un mes de ejercicio perdiste 20 libras.

Cuando pesas 200 libras tu BMR es de 1654 calorías por día, cuando pesas 180 es de 1563 calorías por día. Perdiste 20 libras así que tu tasa metabólica también disminuyó.

Así que si sigues consumiendo el número de calorías que ingerias cuando pensabas 200 libras tu perdida de grasa se volverá lenta.

Por eso cada cierta cantidad de semans hay que aplicar cambios en la alimentación y evitar el estancamiento.

Nota: Incluso si la perdida de grasa pierde velocidad pero se sigue perdiendo peso hay que seguir haciendo lo mismo.

Día de trampa

Es común que cada 7 o 10 días se realice un "día trampa de la dieta" la idea detrás de este día (aparte del efecto psicológico) es buscar el equilibrio hormonal.

Sin embargo cuando más tiempo llevas en una dieta más persistentes son las hormonas que vuelven lenta tu perdida de grasa.

Si te das cuenta que comes más de lo normal es una buena señal para dejar de hacer dieta dos o tres semanas solo para mantener tu peso actual.

La perdida de peso se ha ralentizado ¿qué hacer?

Si no está roto no hay que arreglar. Es decir, si tu perdida de grasa se ha vuelto lenta pero sigues perdiendo no hay que jugar de más con la dieta.

El cambio hay que guardarlo para el momento en el que el cuerpo se acostumbro a su nuevo régimen alimenticio y se estanco para no perder más peso, pero no hay que precipitarse si el estancamiento dura más de 4 semanas es hora de cambiar la dieta.

La solución más inteligente es iniciar un entrenamiento de fuerza, es bien sabido que el factor número uno que aumenta la tasa metabólica es el músculo así que hacer sesiones de este tipo de entrenamiento 3 o 4 veces por semana es buena idea para no disminuir la BMR aún más.

Ver el número en una báscula bajando puede ser emocionante y adictivo, pero solo ocurre al comienzo del proceso. Es absolutamente normal que la pérdida de peso disminuya e incluso a veces suba antes de volver a bajar. Como con cualquier éxito, los logros de pérdida de peso nunca vienen en línea recta, sino que en altibajos.